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Alpha 1, Lente 35 mm F1.4 GM, Flash HVL-F46RM.
Al hacer una foto o un video, a veces es necesario ajustar el balance de blancos si los tonos de colores no salen como lo esperamos o si queremos cambiar los tonos para obtener un efecto fotográfico expresivo creativo. El balance de blanco es indispensable para ajustar los tonos de los colores de acuerdo a las condiciones de luz existentes. En esta nota te hablaremos del concepto del balance de blanco, por qué es importante en fotografía y video, cuál es su relación con la temperatura del color y cómo podemos configurarlo en la cámara.
¿Qué es el balance de blancos?
El balance de blancos es un ajuste que hace la cámara para que los colores de la imagen se vean de manera natural sin verse afectados por el color de la fuente de luz utilizada en tu imagen. Recordemos que la luz tiene varias cualidades, una de ellas es su temperatura y eso hace que cambie de tonalidad. De ahí que cuando decimos que hay luces cálidas y frías, es por su temperatura de la luz o del color de la luz. La temperatura del color se mide en grados Kelvin. A mayor temperatura de color, la luz será más fría, mientras que, a menor temperatura, la luz será más cálida.
¿Cómo se aplica el balance de blancos en la cámara?
Puedes ajustar el balance de blancos en tu cámara de manera automática, semi automática o manual. Es aconsejable que lo actives automáticamente en situaciones donde puedas controlarlo fácilmente, no obstante, hay situaciones donde será necesario ajustar el balance de blancos de manera manual, como, por ejemplo, en situaciones donde haya varias fuentes de luz de distintas temperaturas y la cámara no sabe descifrar el balance de blancos de manera automática.
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Al ajustar el balance de blancos, lo que buscamos es que aquellas zonas que son de color blanco puro en la imagen se vean realmente blancas y no de un color más cálido o frío debido a la temperatura de la fuente de luz.
En fotografía, así como en video, por lo general configuramos la iluminación para simular luz natural como fuente de luz ideal. No obstante, no siempre obtenemos un balance perfecto de blancos porque la iluminación que utilizamos a veces no tiene la misma temperatura de la luz blanca. De ahí que al iluminar en exteriores o en entornos de iluminación mixta, los cambios en el tono de la luz afectarán a los colores de la fotografía.
La importancia de hacer un correcto balance de blancos al hacer tus fotos o videos, es para que los colores de tu fotografía no salgan en tonos distintos a los reales que percibe el ojo humano.
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Temperatura del color
La temperatura de color es la tonalidad que tienen las diferentes fuentes de luz, se mide en grados Kelvin (°K) y establece que el color blanco puro mide 5.500°K, que se refiere a la luz que encontramos al mediodía. A menor temperatura la luz toma tonos rojizos, mientras a mayor temperatura la luz toma una tonalidad azulada.
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En una escena puede haber luz natural o artificial, y cada fuente de luz tiene una temperatura, en algunos casos puede ser más fría, es decir, con tendencia hacia tonos azulados, o ser más cálida, es decir, con tonos amarillos, anaranjados o rojizos. Los colores registrados por nuestra cámara dependen de la iluminación y de su temperatura del color. Es ahí donde interviene la escala de grados Kelvin de la temperatura del color de la luz.
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La escala de grados Kelvin
A continuación, te ofrecemos algunos ejemplos de los diferentes tipos de luces más comunes y de su temperatura de color, de acuerdo a la escala de grados Kelvin:
- 1000-1800 °K: luz de una vela, lámparas de aceite
- 2000–3300 °K: luz del amanecer o atardecer, luz incandescente o de tungsteno (iluminación doméstica convencional), bombillas, luz contínua de estudio.
- 4.000°K: lámparas de magnesio, luz de la luna
- 5000 °K: luz de día, luz del medio día
- 5500: luz blanca, flash electrónico
- 6000 °K: luz de día muy soleado sin nubes.
- 7.000 °K: luz de día, ligeramente nublado
- 8.000°K: luz de día brumoso, pantalla de televisión (LCD)
- 10.000°K: cielo azul sin sol
El balance de blancos sirve para que la cámara sepa qué temperatura de color hay en el ambiente, y defina cuál es el color blanco puro para equilibrar los niveles de colores rojo, verde y azul (RGB), a fin de que la parte más brillante de la imagen sea blanca y la menos brillante sea negra. Al realizar el balance de blanco, esos blancos y negros serán neutros y no tendrán ningún color dominante en él. Eso equivaldría a la luz del mediodía o la luz del flash.
Modos de balance de blancos
Modo automático: este modo funciona bastante bien en ciertas situaciones donde la luz es neutra o donde no haya situaciones de mucho contraste o diferentes tonalidades de luz. En caso de escenas donde hay muchas fuentes de luz con distintas temperaturas de color, existen otros modos.
Modos semi automáticos o presets: seguramente verás estos modos preconfigurados en todas las cámaras, donde elegirás el tipo de balance de blanco de acuerdo a la situación de luz. Por ejemplo, están el modo nocturno, modo luz de tungsteno, luz fluorescente, luz de día, nublado o con flash. Estos modos configurarán el balance de blancos para ciertos ambientes específicos estándar. Elige cualquiera de estas configuraciones para el tipo de escena que te encuentres y la cámara compensará la luz y el balance de blanco para cada ocasión.
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Modo personalizado: en este caso, puedes personalizar tu propio balance de blanco utilizando una cartilla de color blanco o color gris neutro para que la cámara ajuste los colores en base a ese tono neutro. Eso lo hacen muchos cinematógrafos a la hora de grabar películas o videos.
Modo manual: en este modo, que es un poco más avanzado, podrías configurar el balance de blanco manual de modo que le indicas a la cámara la temperatura que la luz de la escena tiene para ajustar el balance de blanco. No obstante, hay que tener en cuenta que cuando hagas este ajuste manual, si le dices a la cámara que la luz está a 3.000°K, la cámara no va a disparar a esa temperatura sino va a intentar equilibrar los colores que habría en un ambiente a esa temperatura, por lo tanto, los tonos saldrán azules. Por eso, el modo manual de grados Kelvin nos sirve para engañar la cámara si queremos conseguir balances de blancos que no sean neutros.
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Cómo ajustar la escala Kelvin para lograr el color que deseas
Tal como venimos explicando, la luz tiene diferentes temperaturas de color. Los 3 componentes del color RGB (rojo, verde y azul) suelen manifestarse de diferentes formas dependiendo de las condiciones de luz. Por ejemplo, en un día nublado, los colores se verán más azulados que en un día soleado y en un atardecer, los colores se verán más naranjas o rojos. La llamada hora dorada, al final de la tarde, tiene una temperatura cálida, tal como comentamos, de aproximadamente 3.000 a 2.000 grados Kelvin. Si tu cámara no hace el balance de blancos de manera automática, puedes ajustar la escala Kelvin para lograr el color que deseas tal como te explicamos en el modo manual. Si bien nuestros ojos compensan la diferencia de colores en la luz, la cámara no puede hacerlo, por eso tienes que ayudarla a “engañar” o a compensar la luz y de ahí que puedes hacerlo en modo manual con la escala de grados Kelvin.
En conclusión, las cámaras digitales te permiten compensar el balance de blanco bien sea de modo automático, semi automático o manual. Elige la que mejor se ajuste a la escena que enfrentas, experimenta y si tienes alguna duda puedes consultar esta guía de Sony sobre el balance de blancos para poder equilibrar los colores de manera adecuada.
*La disponibilidad de los productos aquí mostrados varía entre localidades. Para más información de su existencia por favor ingresa al Website de Sony de tu país.